Destrucción en la Comunidad Valenciana
Las inundaciones repentinas más devastadoras del siglo en España han dejado al menos 140 muertos, mientras las autoridades continúan con la búsqueda de cuerpos. Las escenas en diversas localidades, especialmente en Barrio de la Torre, Valencia, reflejan la magnitud de la catástrofe: vehículos destrozados, ramas caídas y enseres cubiertos de lodo cubren las calles.
Situación crítica y rescates en marcha
Los esfuerzos de rescate se intensifican, y aunque algunos sobrevivientes se encuentran a salvo, aún hay un número indeterminado de personas desaparecidas. “Desafortunadamente, hay víctimas en algunos de esos vehículos”, comentó Óscar Puente, ministro español de Transportes, en relación con los cientos de autos varados en carreteras anegadas.
Las inundaciones, que arrasaron comunidades y transformaron calles en torrentes mortales, causaron la muerte de 92 personas entre el martes y miércoles. Los equipos de rescate han salvado a aproximadamente 70 personas, pero la prioridad ahora es localizar a las víctimas desaparecidas, según el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El impacto del cambio climático
Estos desastres no son nuevos para la costa mediterránea, que suele experimentar tormentas de otoño. Sin embargo, la intensidad de estas inundaciones ha sido inusitada, lo que muchos científicos atribuyen al cambio climático. Mientras la Comunidad Valenciana fue la más afectada, también se reportaron víctimas en Castilla La Mancha y Andalucía.
Búsqueda de cuerpos y consecuencias materiales
Más de mil soldados de la Unidad Militar de Emergencias se han unido a los rescatistas locales en la búsqueda de cuerpos y sobrevivientes. La ministra de Defensa anunció que solo los soldados habían recuperado 22 cuerpos y rescatado a 110 personas hasta la noche del miércoles. Sin embargo, la región se enfrenta a cortes de electricidad y agua corriente, lo que ha llevado a muchos a buscar agua embotellada.
Cuestionamientos a la respuesta de las autoridades
La rapidez y la violencia de la tormenta sorprendieron a las autoridades, y las críticas comenzaron a surgir respecto a la falta de alertas tempranas. Aunque la Agencia Estatal de Meteorología había emitido una alerta roja, muchos residentes no recibieron notificaciones a tiempo. Mari Carmen Pérez, una sobreviviente, comentó que su alerta llegó después de que el agua ya había inundado su hogar.
Carlos Mazón, presidente regional de Valencia, defendió las acciones de su gobierno, asegurando que se siguieron los protocolos establecidos por los técnicos.