Julio César Chávez, una de las grandes figuras del deporte mexicano, se convirtió en todo un ídolo para la afición por su desempeño en el cuadrilátero, sirviendo con memorables batallas de inspiración a varios boxeadores para iniciar una carrera deportiva.
Un legado que tras 25 años quedó en manos de sus hijos, Julio y Omar quienes han tenido una carrera complicada, llena de altibajos y que se ha visto opacada por la polémica.
Situación que no pasó desapercibida para el expugilista, quien en una reciente entrevista se mostró feliz por la forma en la que sus herederos han logrado librase de las adicciones y seguir en el ring.
Deseando que esa etapa deportiva pronto termine, y puedan retirarse para aprovechar el tiempo con sus familias y trabajar en proyectos fuera del mundo de los guantes.
“La verdad Julio está muy bien, bendito sea Dios, libre de cualquier adicción, Omar también. Ya el boxeo no es la prioridad, lo que quiero es que hagan unas tres, cuatro o cinco peleas y ya se retiren, que estén limpios de adicciones”, comentó en el podcast Un Round Más.
Chávez, quien recientemente compartió sus deseos de dejar de trabajar en la televisión por lo cansado de los viajes, estableció que al despedirse deberán trabajar para alejarse del ocio.
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