Un grupo de científicos en China ha conseguido reactivar la actividad cerebral en cerdos hasta una hora después de que la circulación sanguínea se detuviera, manteniendo esta actividad durante horas en algunos casos. Este hallazgo, publicado en la revista EMBO Molecular Medicine, marca un avance significativo en la restauración de funciones cerebrales tras un paro cardíaco repentino.
Ampliando el Tiempo de Reanimación
El estudio indica que los médicos podrían extender el tiempo disponible para la reanimación exitosa de pacientes con paro cardíaco. La clave de este descubrimiento fue la inclusión del hígado, el órgano que purifica la sangre, en el sistema de soporte vital empleado para revivir el cerebro tras la isquemia cerebral. Esta condición ocurre cuando hay falta de circulación en el cerebro, lo que puede causar daños irreversibles en minutos.
Detalles del Experimento
Dirigido por Xiaoshun He, médico de la Universidad Sun Yat-Sen, el equipo utilizó cerdos minipig tibetanos para estudiar el impacto del hígado en la recuperación cerebral después de la isquemia. Durante el experimento, dos grupos de cerdos fueron sometidos a 30 minutos de isquemia cerebral; uno de los grupos también experimentó isquemia hepática, mientras que el otro no.
Los hallazgos revelaron que los cerdos sin isquemia hepática presentaron un daño cerebral menor. En una segunda fase, los investigadores conectaron un hígado no dañado a un sistema de soporte vital con corazón y pulmones artificiales, logrando revivir cerebros extraídos de cerdos sacrificados. Aunque este procedimiento no es aplicable a humanos, brinda una mejor comprensión de las ventanas de resucitación cerebral.
Resultados Significativos
Los cerebros conectados al sistema sin el hígado mostraron actividad eléctrica en 30 minutos, aunque esta disminuyó con el tiempo. En cambio, al incorporar el hígado, la actividad cerebral se mantuvo durante hasta seis horas, especialmente si se conectó antes de 50 minutos de privación de oxígeno. En casos donde la privación fue de 60 minutos, la actividad duró solo tres horas, sugiriendo un intervalo crítico para una reanimación exitosa.
Estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación para mejorar las tasas de supervivencia y recuperación de pacientes con daño cerebral tras un paro cardíaco. Además, enfatizan la importancia del hígado en la prevención de lesiones cerebrales tras un colapso circulatorio.
Este avance promete optimizar las técnicas de reanimación en emergencias y, potencialmente, extender el margen de tiempo para salvar vidas en situaciones críticas.