Rodaba el balón en Frankfurt con la sorpresa de que Rumanía salía con Ianis Hagi de titular con su país. Sin embargo, los que sacaban de centro eran los eslovacos con el juego directo que les caracteriza, ya que en apenas 20 segundos ya tenían un acercamiento peligroso.
Entraba mejor al partido Eslovaquia, dejando atrás esas dudas sobre si ambos firmaban el empate. Rumanía esperaba las ocasiones buscando a sus hombres peligrosos. No obstante, ambos conjuntos estaban totalmente alerta y con mucha intensidad. Un partido que ya se sabía que era clave para los dos.
No obstante, el lateral del Rayo Vallecano, Ratiu, tenía la primera gran ocasión del partido. En una jugada un poco rocambolesca encontraba el disparo que Dubravka blocaba muy bien. Se iban igualando las tornas, aunque Rumanía empezaba a presionar.
El peligro de Eslovaquia llegaba desde los centros laterales, pero le costaba a los de Calzona llegar de forma muy clara. Desde las gradas los aficionados estaban muy comprometidos con sus equipos. Tras los primeros 20 minutos el partido estaba muy igualado. Se les notaba a ambos equipos que no querían cometer errores.
En un saque de falta lateral de Eslovaquia por parte de Haraslin, su remate se paseó por el área de Nita, aunque fue más peligroso de lo que parecía. Finalmente, tras tanto centro lateral los eslovacos encontraron el premio. Centro de Kucka iba con música y Duda no falló con un remate de cabeza preciso que superó a Nita.
A Rumanía le tocaba remar para buscar el empate, ya que con este resultado y el que se estaba dando en el Bélgica-Ucrania les dejaba fuera. Y así fue, pese a que Eslovaquia seguía bien plantada en el partido, Ratiu volvió a tener una ocasión peligrosa que el arquero atajaba.
Así pues, tras esta jugada Eslovaquia cometía penalti, que se revisó en el VAR y que Razvan Marin metía el gol del empate. Penalti tirado de manera fabulosa, imparable para Dubravka. Los rumanos ponían el empate que les clasificaba de nuevo a la siguiente ronda.
Volvía la igualdad y los dos querían mejorar, pero Eslovaquia se veía algo más imprecisa. De hecho, Dragus la tuvo para poner a los rumanos por delante tras un error en ataque de los de Calzona. No obstante, se iba encaminando el final de la primera parte.
Finalmente, la primera parte acababa con un empate a uno que dejaba claro que ambos equipos no querían especular e iban a por el partido. Acabaron mejor los rumanos, pero Eslovaquia intentaba aprovechar las que tenía y se iban al túnel de vestuarios.
La segunda parte se presumía igual de intensa que la segunda. Así pues, Eslovaquia no quería complicarse mucho, pero sí que le ponía una marcha más que Rumanía. No obstante, los de Ionardescu seguían fuertes en defensa despejando los balones y buscando las contras.
Partido de muchas transiciones e impredecible, en el que un error podía ser fatal. De hecho, la buscó Haraslin con una jugada muy buena por su banda que acabó con un disparo que embolsó Nita. Quedaba mucha tela por cortar, pero en esta segunda parte arrancó con menos dinamismo y si con más precaución de ambos.
Aún así, Rumanía la tuvo en una jugada maravillosa de Hagi, con caño incluido, que acababa con el disparo de Razvan Marin, pero Dubravka estuvo atento. Justo después, la tuvo de nuevo la tricolor, pero el efecto óptico suscitó dudas sobre si era gol.
Eslovaquia también quería sumarse a la fiesta y un fuerte disparo de Strelec era despejado por Nita con el pie como los porteros de fútbol sala. Se venía arriba el equipo de Calzona, porque Haraslin se estaba gustando y su disparo por nada y menos no entraba en la portería.
Mientras tanto, entre los belgas y los ucranianos las cosas seguían con el resultado gafas y ponía las cosas de cara tanto a Rumanía como a Eslovaquia. Entraba Dennis Man en Rumanía, uno de los más habilidosos de su selección por Hagi y quería ser protagonista.
Cabe recordar que un gol de Eslovaquia dejaba a los rumanos fuera de la Eurocopa, con el resultado de empate en el otro partido. Ya llegado el minuto 75, el partido era más tranquilo que en la primera mitad, pero ambos buscaban las suyas para intentar ganar.
Encarrilaba el final del partido y tanto Eslovaquia como Rumanía estaban en la siguiente fase, gracias al otro resultado del grupo. Seguía el partido parado y menos atractivo que antes. Añadían 3 minutos y los eslovacos y rumanos ya se frotaban las manos para terminar de clasificarse.
Así pues, el árbitro pitaba final y sonreían ambos equipos que les valía para clasificar a los octavos de final y cumplir el sueño de dos países que lo deseaban con muchas fuerzas.
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