Porfirio Muñoz Ledo, reconocido político mexicano, deja una huella destacada en la historia política de México con una carrera llena de claroscuros. Durante su último periodo como legislador, se destacó por su conocimiento de las reglas y su habilidad oratoria en el Congreso, sobresaliendo entre otros diputados con diferentes trayectorias políticas.
A lo largo de su extensa carrera, Muñoz Ledo transitó desde ser un disciplinado militante del PRI hasta convertirse en un disidente dentro de su propio partido, fundando posteriormente el PRD, uno de los partidos de izquierda más relevantes en México. Sin embargo, con el tiempo, se convirtió en un crítico de Morena, el partido que le dio su última oportunidad en el Congreso.
Durante su primer año como diputado de la Legislatura 54, regresó a su costumbre de elogiar sin medida al presidente, al igual que lo había hecho en momentos anteriores a lo largo de su carrera política marcada por altibajos.
El 1 de diciembre de 2018, tuvo el honor de colocar la banda presidencial en Andrés Manuel López Obrador, quien cumplía su anhelo de convertirse en presidente de México. Sin embargo, al recibir el Primer Informe de Gobierno de López Obrador, retomó su papel como apologista del mandatario, como lo había hecho en el pasado.
Muñoz Ledo posee una cultura enciclopédica, ingenio y habilidad para el debate, así como una combatividad que demostró tanto en su faceta como campeón de oratoria y boxeo durante sus años universitarios en la Facultad de Derecho de la UNAM.
A lo largo de su prolongada trayectoria política, transitó por diferentes partidos, desde el PRI hasta el PRD, y finalmente se sumó a Morena. Aunque sus inconsistencias fueron notorias, siempre tuvo una tendencia a distanciarse de las dirigencias y a criticar las fallas de los partidos políticos.
En 1987, junto a Cuauhtémoc Cárdenas, solicitó que se abriera el proceso para seleccionar al candidato presidencial del PRI, lo cual fue rechazado por el presidente Miguel de la Madrid. Ante esta negativa, renunciaron al partido y fundaron la Corriente Democrática, precursora del PRD y del Frente Democrático Nacional, que compitió en la histórica elección de 1988.
A lo largo de su carrera, Muñoz Ledo se ha destacado por su crítica y su independencia de las dirigencias, lo que lo convierte en una figura emblemática en la historia política de México. Su participación en la Legislatura 54 marcó su última aparición en el Congreso y también el inicio del distanciamiento con el lopezobradorismo.
Muñoz Ledo ha sido testigo de los cambios políticos y sociales en México, y su voz crítica ha resonado en el escenario político durante décadas. Sus palabras, como la expresada en septiembre de 2023, reflejan su inconformidad y fastidio ante los errores cometidos en el proceso legislativo, dejando en evidencia su descontento.
Aunque su trayectoria política ha estado marcada por altos y bajos, Porfirio Muñoz Ledo sigue siendo una figura relevante en la historia de México, cuyas acciones y palabras han dejado una huella en el panorama político nacional.
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