La transformación digital es un proceso empresarial que utiliza tecnologías emergentes y la innovación para lograr los objetivos estratégicos de las organizaciones. En este sentido, lo digital y la innovación se complementan continuamente para alcanzar metas ambiciosas.
En México, el 58% de las empresas, y en Centroamérica, el 68%, ya están en pleno proceso de transformación digital, según un estudio reciente de KPMG. Además, un 22% en México y un 15% en Centroamérica planean iniciar este proceso en menos de un año. Estos números subrayan la importancia de la tecnología en el crecimiento empresarial.
Es cada vez más común que empresas nativas digitales entren en el mercado con modelos de negocio disruptivos que pueden alterar la estrategia competitiva de las empresas tradicionales. En este contexto, lo digital y la innovación se vuelven capacidades fundamentales para el éxito de las operaciones comerciales, más allá de ser simples herramientas opcionales.
En cuanto a las tecnologías que tendrán un mayor impacto en los próximos tres años, el 80% de las empresas en México y el 77% en Centroamérica creen que serán los datos y la analítica. La conciencia sobre la importancia de aprovechar los datos como recurso estratégico está creciendo, y se considera “el petróleo de nuestros tiempos”. Otras tecnologías destacadas son la inteligencia artificial analítica, las aplicaciones, la automatización de procesos robóticos (RPA) y la inteligencia artificial generativa (IAG).
Sin embargo, la transformación digital no alcanzará su máximo potencial si no se fomenta una cultura organizacional que promueva la innovación. La creatividad y la capacidad para superar desafíos son esenciales para lograr casos de uso exitosos. Los líderes de las empresas deben liderar este esfuerzo y establecer un ejemplo de cambio de mentalidad en todos los niveles, en lugar de limitarlo a un departamento específico de innovación.
En resumen, aplicar la tecnología con un enfoque innovador es esencial para evitar una transformación digital superficial. La mentalidad orientada a lo posible y la creatividad son clave para destacar en un mercado cada vez más digitalizado.