Un grupo de aproximadamente 4,000 migrantes, en su mayoría provenientes de Cuba y Centroamérica, protagonizaron una protesta en la frontera sur de México, específicamente en Tapachula, en busca de permisos de tránsito que les permitan avanzar hacia la frontera con Estados Unidos.
Los manifestantes, detrás de vallas metálicas frente a las oficinas de regularización migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), corearon consignas exigiendo la obtención de permisos para su desplazamiento. Muchos de estos migrantes han estado varados en la ciudad de Tapachula durante dos meses, enfrentando condiciones precarias y, en algunos casos, violencia.
Uno de los migrantes, un hondureño identificado como Yovani Adonai García, hizo un llamado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitando la autorización de un permiso para abandonar la ciudad de Tapachula y poder continuar su viaje hacia Estados Unidos. García expresó su preocupación por la seguridad de los migrantes en la zona y señaló que están dispuestos a cumplir con los requisitos necesarios.
Sin embargo, un agente del INM les comunicó que solo se atenderían trámites de regularización por razones humanitarias para aquellos que cumplieran con los requisitos establecidos, aclarando que no se expedirían salvoconductos ni Formas Migratorias Múltiples (FMM) por 180 días.
La protesta se llevó a cabo bajo el sol sin obtener una respuesta inmediata por parte de las autoridades migratorias. La presencia de elementos de seguridad privada y policías locales, así como las vallas, impidieron el acceso a las oficinas del INM.
Mariana Pérez, una migrante cubana, denunció las condiciones precarias en las que se encuentran y el maltrato que han experimentado. Destacó la presencia de mujeres embarazadas y niños de corta edad entre los migrantes varados en Tapachula.
Esta manifestación se produce en medio de un aumento en la migración hacia México en las últimas semanas, lo que ha generado tensiones y desafíos logísticos en la región. La suspensión de 60 trenes de carga por la presencia de más de 4,000 migrantes en los carros y en las vías, así como estampidas de migrantes en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), son ejemplos recientes de la complejidad de la situación migratoria en México. El presidente López Obrador responsabilizó a “las grandes potencias” y a organismos internacionales del repunte migratorio actual.