El Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó ayer el decreto que modifica la Ley de Amnistía, el cual agrega un artículo que establece que el Presidente de la República puede indultar de manera directa a personas que se encuentran en la cárcel.
“Por determinación exclusiva de la persona titular del Poder Ejecutivo Federal se podrá otorgar el beneficio de la amnistía de manera directa, sin sujetarse al procedimiento establecido en este ordenamiento”, se indicó en el documento mencionado.
En el texto, se resaltó que en casos específicos se deben reunir ciertas condiciones: que la amnistía se dé a los que aporten elementos comprobables que resulten útiles para conocer la verdad de los hechos en casos que sean relevantes para el Estado Mexicano, y que se haya ejercido la acción penal en su contra, estén siendo procesados o se encuentren sentenciados por cualquier delito.
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob), la amnistía es el instrumento mediante el cual se concede el perdón por la realización de actos delictivos a aquellas personas pertenecientes a grupos sociales en situación de vulnerabilidad, que tiene como efecto la extinción de las acciones penales y sanciones impuestas.
Antes de la modificación referida, la ley indicaba que podían recuperar la libertad “quienes hayan cometido delitos contra la salud ejecutados bajo alguna situación de vulnerabilidad: personas indígenas que durante su proceso no hayan contado con intérprete o defensor en su lengua y cultura; robo simple y sin violencia; por sedición, es decir, el levantamiento de un grupo sin uso de armas por cuestiones políticas, y aborto”.
Cuando era candidato a Palacio Nacional y propuso el ajuste, López Obrador dijo que el objetivo era pacificar el país.
“Vamos a explorar todas las acciones que sean necesarias, todas las posibilidades. Los de la mafia del poder son muy perversos, distorsionan las cosas, yo creo que vamos a conseguir la paz que ellos no han podido”, acentuó en ese entonces.
Para José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro y especialista en materia jurídica, “las futuras amnistías presidenciales podrán otorgarse sin ningún tipo de vinculación judicial o ministerial y respecto de cualquier delito, sin conllevar la reparación del daño para las víctimas de ellos. Expresado con claridad, el Presidente podrá perdonar a los presuntos o declarados delincuentes por sí y ante sí, sin ningún tipo de control o medida, como no sea, desde luego, la de su propia voluntad”.
En un artículo que escribió para un medio de circulación nacional, enfatizó que “frente a tan grave decisión, es altamente probable que los legisladores de la minoría inicien acciones de inconstitucionalidad, y que las víctimas y los ofendidos presenten demandas de amparo para reclamar, al menos, las correspondientes reparaciones del daño que dejaron de garantizárseles. Por otra parte, y con independencia de lo anterior, será muy interesante conocer lo que harán los juzgadores federales, inclusive mediante el ejercicio del control difuso. Si, en efecto, considerarán que la facultad otorgada al Presidente tiene los alcances que el Congreso quiso darle, si le darán el rango de mera solicitud o si, por el contrario, la rechazarán de manera absoluta por no corresponder con la estructura de la división de poderes prevista en nuestra Constitución”.
El especialista agregó que “será por demás interesante conocer a quiénes y por qué tratará de amnistiar el Presidente López Obrador en los meses que le restan de Gobierno. Entre los muchos espectáculos tragicómicos a que asistiremos en los meses por venir, el de las amnistías puede llegar a ser uno de los más destacados”.
El diputado Enrique Sosa, de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN) en San Lázaro, subrayó que el Mandatario “tendrá las llaves de la cárcel” y podrá liberar a cualquiera, “como a sus aliados del Cártel de Sinaloa (en referencia a la orden que dio de liberar a Ovidio Guzmán durante el episodio conocido como ‘El Culiacanazo’”.
Destacó que la reforma podría ser mal usada también en próximas administraciones federales.
“Es una locura, están mintiendo, porque por un lado están ampliando la capacidad de amnistía y por el otro le están quitando cualquier procedimiento al Presidente cuando quiera y como quiera. Se equivocan, porque estas nuevas facultades que le están dando las va a tener cualquiera, y podemos tener un día a un sátrapa en la Presidencia. Podemos tener otro peor que venda indultos, que se asocie con los cárteles y con gente peor”.
Una vez publicada, las bancadas de oposición pueden impugnar la reforma ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.