El Foro Global Agroalimentario, celebrado en Guadalajara, México, fue el escenario donde los principales actores del sector agropecuario debatieron sobre el futuro de la producción de alimentos en el mundo. Uno de los temas centrales de discusión fue la reciente decisión del gobierno mexicano de restringir la importación y el uso de maíz transgénico para consumo humano.
Federico Zerboni, miembro de la organización MAIZALL en Argentina, enfatizó que esta medida podría reducir la competitividad de los productores de maíz mexicanos en el mercado internacional. La tecnología que utilizan los productores de otros países les permite mantener costos más bajos y, en consecuencia, ser más competitivos. La restricción de los transgénicos podría poner a los productores mexicanos en una posición desventajosa.
En este contexto, Thomas L. Thompson, editor ejecutivo global del Informe sobre Productividad Agrícola Mundial, alertó sobre la necesidad de aumentar la producción de alimentos para garantizar la alimentación de la población mundial en crecimiento. Sin embargo, señaló que el crecimiento ha sido más lento en los últimos años y que será difícil alcanzar la meta de duplicar la disponibilidad de productos agrícolas hacia 2050.
Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario en México, planteó el desafío de incrementar la producción de alimentos en un 55% a 60% en los próximos años para garantizar la seguridad alimentaria de una población global en aumento. Este reto se presenta en un contexto de cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos y factores geopolíticos que impactan en el sector.
Las restricciones a los transgénicos en México plantean un desafío significativo para los productores de maíz, quienes deberán buscar formas de mantener su competitividad en un mercado global en constante evolución.