El exlíder del Cártel del Golfo y fundador de “Los Zetas”, Osiel Cárdenas Guillén, se ha declarado inocente ante un juez federal luego de que se le imputaran acusaciones por narcotráfico. La Fiscalía General de la República (FGR) también busca reactivar varias causas penales que tiene pendientes en México, luego de que fuese deportado por Estados Unidos.
Fuentes federales informaron que el capo tamaulipeco se reservó su derecho declarar ante el titular del Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Penal con residencia en Toluca, Estado de México, Daniel Marcelino Niño Jiménez y rechazó responder preguntas del Ministro Público del caso, al rendir su declaración preparatoria.
Durante la diligencia, que se realizó con en el sistema inquisitorio, la defensa de Cárdenas Guillén solicitó la duplicidad del plazo constitucional para recabar pruebas a favor de su cliente, por lo que la situación jurídica del llamado “Mata Amigos” se resolverá en la tarde del próximo domingo en la que se determinará si se le dicta auto de formal prisión en la causa penal 12/2024.
Según autoridades judiciales, la FGR tiene pendiente de cumplimentar tres órdenes de aprehensión por delitos de narcotráfico y delincuencia organizada y siete procesos más contra Cárdenas Guillén, quien se encuentra preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, tras ser entregado en extradición por el gobierno de los Estados Unidos.
Osiel Cárdenas Guillén pasó a la historia del narcotráfico en México como uno de los capos más sanguinarios durante su liderazgo en el longevo Cártel del Golfo, con asiento en Tamaulipas.
Nacido en el fronterizo Matamoros, el “Mata amigos” encargó al exmilitar Arturo Guzmán Decenas, “El Z1”, reclutar a elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército para su círculo de protección, dando origen a Los Zetas, los primeros en el país en utilizar tácticas de narco terror contra sus rivales, como la decapitación y el descuartizamiento.
Cárdenas Guillén fue obrero, mecánico y en el narcotráfico se inició como vendedor de drogas, hasta llegar al liderazgo del Cártel del Golfo, tras la captura y extradición a los Estados Unidos, en 1996, del capo Juan García Ábrego.
Bajo su dirección, el Cártel del Golfo y Los Zetas se extendieron a varios estados del país en medio de una ola de violencia desatada por el control territorial para el tráfico de drogas, secuestro y extorsión.
Rosales Mendoza, “El Tísico”, llevar a Los Zetas a Michoacán, entidad en la que anunciaron su arribo al arrojar cinco partes humanas en un bar del municipio de Uruapan, Michoacán.
El exlíder del Cártel del Golfo fue detenido en 2003 y tras ser extraditado a los Estados Unidos se declaró culpable de los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y amenazas ante una Corte de Texas.
En 2010 fue sentenciado a 25 años de cárcel y al pago de 50 millones de dólares. Sin embargo, obtuvo la reducción de su condena por “buena conducta”, por lo que su salida de prisión se programó para el 30 de agosto de 2024, misma que se concretó ayer.