El impacto devastador del huracán “Otis” en Acapulco ha dejado a miles de personas afectadas en una situación desesperada. Los habitantes de la zona sienten que han sido abandonados por el gobierno federal y estatal, y las críticas hacia la falta de previsión y respuesta de las autoridades son constantes.
Tras tres días del paso del huracán, las calles de Acapulco están llenas de escombros, edificios en ruinas y tiendas saqueadas. Las voces de los damnificados resuenan con indignación, destacando la falta de apoyo y la respuesta insuficiente de las autoridades.
Mónica Gordillo, una de las afectadas, expresó su angustia y señaló el abandono gubernamental. El testimonio de Ireri Peñaloza también destaca la falta de planificación de las autoridades, lo que contribuyó a los saqueos en tiendas. Las quejas incluyen la tardía advertencia de la inminencia del huracán.
En medio de la tragedia, se han reportado numerosos robos a tiendas, y la falta de presencia policial para prevenirlos ha agravado la situación. La desesperación crece entre los afectados, quienes claman por ayuda inmediata, especialmente en términos de alimentos y agua.
A pesar de la promesa del gobierno federal de enviar personal para hacer un censo de las personas afectadas, los residentes de Acapulco consideran que la necesidad más urgente es el suministro de alimentos y agua. La comunidad, que incluye niños, ancianos y personas enfermas, insta a las autoridades a actuar de manera efectiva y rápida en esta situación crítica.
La historia revela una lucha incesante por la supervivencia de los afectados por “Otis”, mientras esperan una respuesta eficaz por parte de las autoridades gubernamentales.