Nuevas Evidencias sobre el COVID Prolongado
Un estudio reciente sugiere que el síndrome debilitante conocido como COVID prolongado podría estar vinculado a lesiones en el cerebro. Publicada en la revista Brain, la investigación fue realizada por científicos de las universidades de Cambridge y Oxford, quienes utilizaron escáneres de alta resolución para identificar anormalidades microscópicas en los tallos cerebrales de pacientes que se recuperaban de COVID-19.
Inflamación Cerebral Persistente
Los investigadores detectaron signos de inflamación cerebral hasta 18 meses después de la infección por SARS-CoV-2. “Nuestro estudio muestra que el tallo cerebral es una región vulnerable a los efectos a largo plazo del COVID-19, con cambios que persisten meses tras la hospitalización”, concluyeron los autores.
Los cambios eran más pronunciados en aquellos pacientes que habían estado más tiempo hospitalizados, tenían una enfermedad más grave y mostraban respuestas inflamatorias más intensas, así como peores resultados funcionales.
Detalles del Estudio
El estudio incluyó a 31 personas hospitalizadas durante el pico de la pandemia, antes de la disponibilidad de las vacunas. Se realizaron escaneos cerebrales al menos tres meses después del alta, y se observó inflamación en las tres partes del tallo cerebral en comparación con participantes sanos de la misma edad.
El tallo cerebral, que comprende el bulbo raquídeo, la protuberancia y el mesencéfalo, regula funciones automáticas como el sueño, la respiración y los ritmos cardíacos. Según los autores, síntomas comunes del COVID prolongado, como fatiga, dificultad para respirar y ritmo cardíaco elevado, podrían ser consecuencia de la inflamación en esta región del cerebro.
Hipótesis y Comparaciones
Catarina Rua, neurocientífica de la Universidad de Cambridge, destacó que las anormalidades observadas en las áreas cerebrales relacionadas con la respiración respaldan la teoría de que los síntomas prolongados son provocados por la inflamación del tallo cerebral tras la infección por COVID-19. Un patrón similar se ha notado en pacientes con lesiones cerebrales traumáticas severas, quienes experimentan síntomas afines.
Adicionalmente, estudios de autopsias en personas con COVID prolongado han encontrado tallos cerebrales inflamados y con signos de degeneración. Esto ha llevado a algunos científicos a sospechar que el virus podría acceder al cerebro a través del nervio vago.
Avances en la Investigación
A pesar de estos hallazgos, los escáneres de resonancia magnética convencionales no han mostrado anormalidades estructurales en el tallo cerebral de pacientes vivos con COVID prolongado. Sin embargo, gracias a escáneres 7T de alta potencia, los investigadores han podido observar detalles químicos y físicos del tallo cerebral que antes eran invisibles.
Investigaciones previas en Australia también identificaron un aumento en el tamaño de ciertas regiones del tallo cerebral en pacientes con COVID prolongado, lo que sugiere inflamación continua. Este mismo patrón se ha registrado en pacientes con síndrome de fatiga crónica, una condición que presenta síntomas similares, fortaleciendo la conexión entre ambas afecciones.
Los científicos esperan que estos descubrimientos ayuden a comprender mejor los efectos a largo plazo del COVID-19 y a desarrollar tratamientos más eficaces.