La extradición de Rafael Caro Quintero, conocido como el “narco de narcos” y previamente uno de los narcotraficantes más buscados por la DEA, ha sido utilizada por México como una herramienta de negociación en materia de seguridad con Estados Unidos, según expertos. A pesar de haber sido detenido por segunda vez en la sierra de Sinaloa hace un año, Caro Quintero se encuentra a la espera de ser entregado a la justicia estadounidense.
Sin embargo, analistas plantean que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estaría alargando el proceso de extradición con el objetivo de ejercer presión sobre Estados Unidos en temas relacionados con el tráfico de armas y fentanilo. Según David Saucedo, especialista en seguridad pública, parece ser que el gobierno mexicano está permitiendo que Caro Quintero agote todos los recursos disponibles para retrasar su extradición hasta llegar a una negociación.
Aunque la extradición del narcotraficante podría formar parte de un amplio paquete de medidas de seguridad entre ambos países, Javier Oliva, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostiene que no resolverá asuntos específicos, descartando la posibilidad de un acuerdo relacionado con el fentanilo, pero considerando una opción viable dentro de un acuerdo más amplio.
El prolongado proceso de extradición de Caro Quintero refleja las complejidades y los intereses en juego en las negociaciones de seguridad entre México y Estados Unidos, y se espera que esta situación continúe generando debate y especulaciones en el futuro cercano.
No comment yet, add your voice below!