El presidente Andrés Manuel López Obrador y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, se enfrentan a un incumplimiento de su promesa de iniciar la producción de gasolina en la Refinería Dos Bocas a partir del 1 de julio.
Un análisis exhaustivo realizado por ingenieros de Pemex que están trabajando en el proyecto, junto con especialistas en la materia, revela que la Refinería Olmeca, inaugurada hace aproximadamente un año, todavía se encuentra en fase de construcción. Aunque se han concluido las obras de ingeniería básica, aún falta la interconexión de varias partes clave de la refinería.
En un recorrido realizado por el equipo de Latinus en las instalaciones de la refinería ubicadas en Paraíso, Tabasco, se pudo constatar que aún no se han finalizado las plantas de cogeneración, así como dos de las subestaciones eléctricas principales. Además, continúan pendientes las obras de las plantas tipo combinada, coquizadora y catalítica.
El retraso en el avance de la construcción de la refinería ha generado preocupación entre los especialistas, quienes consideran que el inicio de operaciones comerciales de esta obra emblemática del gobierno de López Obrador se pospondrá hasta después del año 2024. Estos pronósticos ponen en evidencia la dificultad que implica alcanzar los plazos y objetivos establecidos por el actual gobierno en el sector energético.
La Refinería Dos Bocas es un proyecto de gran envergadura que ha sido presentado como una pieza clave en la estrategia del gobierno mexicano para fortalecer la soberanía energética del país. Se espera que, una vez que esté en pleno funcionamiento, la refinería contribuya a reducir la dependencia de México de las importaciones de gasolina, generando un importante impulso a la economía nacional.
Sin embargo, los obstáculos y retrasos en la construcción de la refinería plantean interrogantes sobre la viabilidad y eficacia del proyecto. Además, este incumplimiento de la promesa de iniciar la producción de gasolina el próximo 1 de julio podría tener repercusiones políticas y afectar la imagen del gobierno ante la ciudadanía, que ha depositado su confianza en la realización de este proyecto para impulsar el desarrollo económico del país.
El reto al que se enfrenta ahora el gobierno es acelerar el ritmo de construcción de la refinería para poder cumplir con los plazos establecidos. De no lograrse, el proyecto podría enfrentar críticas aún más intensas y generar descontento en la población que espera los beneficios prometidos por la Refinería Dos Bocas.
En resumen, el retraso en la producción de gasolina en la Refinería Dos Bocas representa un incumplimiento significativo de la promesa del presidente López Obrador y la secretaria Nahle. A medida que continúen los desafíos y obstáculos en la construcción de la refinería, es necesario un esfuerzo adicional para mantener informada a la población y garantizar la transparencia en el desarrollo de este proyecto clave para el sector energético de México.
No comment yet, add your voice below!