Estudiantes pertenecientes a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) llevaron a cabo actos de vandalismo y protesta en las instalaciones de la Fiscalía de Guerrero como parte de las manifestaciones que conmemoran el noveno aniversario de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre. Los manifestantes realizaron diversas acciones, incluyendo la quema de una camioneta y el bloqueo parcial de la circulación en la zona.
Un grupo de estudiantes, transportados en al menos 12 autobuses, llegó a la capital de Guerrero con el propósito de rendir homenaje a dos estudiantes asesinados durante una protesta en 2011 en la autopista de El Sol, que conduce a Acapulco. Durante su protesta, distribuyeron volantes en los que acusaron al Ejército de ocultar información importante para la búsqueda de los estudiantes desaparecidos desde 2014.
Entre las demandas destacadas se encuentran las últimas comunicaciones del desaparecido Julio César López, quien se sospecha era un militar infiltrado en Ayotzinapa. Los manifestantes argumentan que el Ejército podría tener información relevante que aún no ha sido entregada a las familias de los desaparecidos ni a sus representantes legales. También se mencionaron los informes del órgano de vigilancia “C4” relacionados con el momento de la desaparición de los estudiantes en la madrugada del 27 de septiembre, en los que se presume la participación de las Fuerzas Armadas.
Durante la protesta, los estudiantes retuvieron una camioneta de Marinela, que luego utilizaron para impactar un portón de la fiscalía estatal hasta derribarlo. Además, vandalizaron el exterior de las instalaciones ministeriales y lanzaron cohetes al estacionamiento. La camioneta retenida fue incendiada con bombas molotov hasta su completa destrucción. En las paredes exteriores, realizaron pintadas exigiendo al presidente Andrés Manuel López Obrador que se investigue al Ejército para obtener información sobre el paradero de los normalistas desaparecidos.
Finalmente, los manifestantes se retiraron hacia las instalaciones de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en el municipio de Tixtla, donde se reunirán con otro contingente que ha estado protestando en Ciudad de México desde el jueves. Por su parte, los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 y sus defensores legales continúan su protesta en un campamento frente al Campo Militar 1 en la capital del país, expresando su insatisfacción después de reunirse con autoridades mexicanas, incluido el presidente López Obrador, quien ha afirmado que el Ejército ha proporcionado toda la información relacionada con el caso.
Las manifestaciones y actos de vandalismo en la Fiscalía de Guerrero reflejan la creciente frustración y preocupación de los estudiantes y familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa por la falta de avances en la investigación y la búsqueda de justicia en este caso. Las demandas de transparencia y la necesidad de investigar a las fuerzas armadas en relación con la desaparición de los estudiantes siguen siendo temas de alta relevancia en México.
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