Una congregación alemana mostró un gran interés en una misa creada con inteligencia artificial. Durante el servicio en la Iglesia de St. Paul en la ciudad bávara de Fuerth, que estaba llena de feligreses, un chatbot, personificado por un avatar de un hombre negro barbudo en una pantalla gigante sobre el altar, dirigió a más de 300 personas en un servicio experimental generado casi en su totalidad por inteligencia artificial.
El evento de 40 minutos, que incluyó el sermón, las oraciones y la música, fue creado por el chatbot ChatGPT en colaboración con Jonas Simmerlein, un teólogo y filósofo de la Universidad de Viena.
El interés en la misa de inteligencia artificial fue tan grande que una multitud formó una larga fila fuera del edificio neogótico del siglo XIX una hora antes del inicio. Este evento formó parte de la convención de protestantes Deutscher Evangelischer Kirchentag, que se celebra cada dos años en diferentes lugares de Alemania y reúne a miles de creyentes para discutir su fe y temas relevantes, incluyendo el uso de la inteligencia artificial.
Durante el servicio, los avatares generados por la inteligencia artificial en la pantalla dirigieron a los fieles, pero algunos encontraron la experiencia impersonal y fría. Mientras que algunos estaban emocionados y curiosos al principio, otros consideraron que faltaba alma y conexión emocional. A pesar de esto, hubo quienes vieron el potencial de la inteligencia artificial en la religión, destacando su capacidad para hacer que los servicios religiosos sean más accesibles e inclusivos para aquellos que no pueden asistir físicamente a los lugares de culto.
Jonas Simmerlein, el teólogo que colaboró en la creación del servicio, no pretende reemplazar a los líderes religiosos con inteligencia artificial, sino utilizarla como una herramienta complementaria en el trabajo diario de las congregaciones. Algunos pastores podrían encontrar inspiración o acelerar la redacción de sermones con la ayuda de la inteligencia artificial, lo que les permitiría tener más tiempo para atender otras tareas importantes o brindar una guía espiritual más personalizada a sus feligreses.
Aunque la inteligencia artificial ofrece oportunidades, también se reconoce que existen desafíos y límites en su implementación en la religión. La interacción real y la conexión personal que un pastor humano puede ofrecer a su congregación son aspectos que la inteligencia artificial actual no puede reemplazar.
En resumen, la misa creada con inteligencia artificial despertó un gran interés en una congregación alemana, generando un debate sobre las posibilidades y los desafíos que la inteligencia artificial presenta en la religión.
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