Resultados Financieros Desalentadores
Entre enero y septiembre de 2024, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó a la Bolsa Mexicana de Valores una pérdida neta de 430 mil 103 millones de pesos, en contraste con la leve ganancia de 8 mil 490 millones de pesos registrada en el mismo periodo del año anterior. Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2019 a septiembre de 2024), la pérdida acumulada asciende a 1.67 billones de pesos. Sin embargo, estas pérdidas no son un fenómeno nuevo; se remontan al mandato de Vicente Fox, quien, a pesar de los altos precios del crudo, acumuló una pérdida de 461 mil 108 millones de pesos.
Bajo la administración de Felipe Calderón (2006-2012), cuando el petróleo superó los 130 dólares por barril, Pemex enfrentó pérdidas por 688 mil 565 millones de pesos, un 49.3% más que en el sexenio anterior. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), aunque el crudo alcanzó precios por encima de los 100 dólares, a partir de 2014 comenzó una fuerte caída en los precios, lo que, junto a factores como la desaceleración de la economía china y el aumento de la producción de petróleo no convencional en EE. UU., impactó severamente las finanzas de Pemex, que acumuló pérdidas de 2.72 billones de pesos, un 295% más que en el sexenio anterior.
Crisis de Deuda y Sus Implicaciones
La presidenta Claudia Sheinbaum hereda una empresa en crisis, marcada por una deuda significativa y compromisos financieros críticos tanto a corto como a largo plazo. Esta situación se agrava por el aumento en las tasas de interés y la depreciación del peso frente al dólar. Pemex ha dependido en gran medida de la contratación de deuda para mantener sus operaciones, pero sus resultados operativos deficientes y su elevada carga financiera la han convertido en un lastre para las finanzas del gobierno, a pesar de que también ha proporcionado ingresos para cubrir el gasto público.
Al tercer trimestre de 2024, Pemex reportó una deuda a corto plazo de 358 mil 663 millones de pesos, de los cuales 248 mil 318 millones son deudas financieras. Aunque esta cifra representa una disminución del 39% desde su máximo histórico en 2021, la deuda a largo plazo alcanza 1.55 billones de pesos, con un aumento del 13% respecto al cierre de 2023.
Retos Financieros y Necesidad de Reformas
La deuda total de Pemex, que incluye tanto deudas a corto como a largo plazo, asciende a 1.91 billones de pesos, mostrando una ligera reducción del 2.1% en términos reales en comparación con el cierre de 2023. Sin embargo, la magnitud de estos pasivos limita la capacidad de la empresa para operar eficientemente y realizar las inversiones necesarias.
Un obstáculo significativo son los pasivos laborales acumulados, que alcanzan 1.24 billones de pesos a septiembre de 2024, una cifra equivalente a sus ingresos totales por ventas en los primeros nueve meses del año. Los ingresos netos han disminuido, y para el tercer trimestre de 2024, las ventas alcanzaron 1.24 billones de pesos, un 8.5% menos en términos reales que en el mismo periodo del año anterior.
Además, los pagos de impuestos se han reducido considerablemente, alcanzando 80 mil 994 millones de pesos, la cifra más baja desde que se tienen registros. Esto pone de manifiesto que, a pesar de los esfuerzos fiscales del gobierno, los resultados de Pemex siguen siendo negativos, lo que requiere reformas urgentes en sus finanzas para garantizar su viabilidad a largo plazo.
Por último, la pérdida por fluctuación cambiaria fue de 130 mil 111 millones de pesos en el tercer trimestre, acumulando 256 mil 406 millones en los primeros nueve meses del año, lo que refleja la alta exposición de Pemex a la volatilidad del mercado de divisas.