GP de Las Vegas: Velocidad bajo las luces

Nunca se vio un giro de 180 grados tan rápido y sorprendente como el que Max Verstappen realizó hace un año en la primera edición del Gran Premio de Las Vegas.

El holandés odiaba el evento desde antes de llegar y argumentó que la carrera estrella del portafolio de Fórmula Uno de Liberty Media se había convertido en un espectáculo en lugar de una competencia deportiva.

Verstappen, cerca de conquistar su tercer campeonato consecutivo el pasado noviembre, estaba de mal humor incluso antes de la ceremonia de apertura. Iluminación LED, un extenso espectáculo de drones y actos musicales, todo frente a unos 30 mil espectadores hasta que finalmente los pilotos fueron presentados.

Los contratiempos se multiplicaron, como una tapa de válvula que se desprendió de una alcantarilla durante la primera práctica y que casi destruye el monoplaza de Carlos Sainz. Pero para cuando Verstappen cruzó la línea de meta para su decimoctava victoria de la temporada, estaba cantando “¡Viva Las Vegas!” en su radio.

Y su sonrisa era enorme mientras observaba el masivo espectáculo de fuegos artificiales sobre el Strip.