El epidemiólogo Wu Zunyou, una figura destacada en la implementación de medidas contra la COVID-19 en China que incluyeron el aislamiento de ciudades y el confinamiento de millones de personas, falleció a la edad de 60 años. Wu, quien había enfrentado problemas de salud, estuvo ausente del público durante meses el año pasado debido a su batalla contra el cáncer.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China (CDC) anunció la muerte de Wu, aunque no especificó la causa de su fallecimiento. Se señaló que las medidas de auxilio no lograron salvar su vida.
Wu Zunyou, que había completado su maestría y doctorado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), dedicó una parte significativa de su carrera inicial a la prevención del VIH/sida en China. Durante su liderazgo como epidemiólogo jefe de los CDC chinos, desempeñó un papel crucial en la formulación del protocolo de “cero contagios” de COVID-19, que resultó en la suspensión de viajes internacionales, la implementación de confinamientos y protestas inusuales a fines de 2022.
Wu había sido galardonado previamente por su trabajo en la epidemia de VIH entre consumidores de drogas intravenosas. En 2005, recibió el Premio Internacional Rolleston, y en 2008, la Medalla de Oro de UNAIDS en reconocimiento a su destacada trayectoria.
A pesar de su papel crucial en la lucha temprana contra la COVID-19 en China, Wu Zunyou enfrentó críticas por su respaldo público a las medidas de control, incluso cuando se hicieron evidentes debilidades en la estrategia. En abril de 2022, durante el cierre de Shanghai, expresó que la dinámica de “cero-COVID” era apropiada para la realidad de China y la mejor opción dada la situación actual de la COVID-19 en el país.
Si bien esta estrategia permitió a China ganar tiempo en las etapas iniciales de la pandemia, a medida que el virus se volvió más contagioso en 2022, se hicieron evidentes debilidades en el enfoque.
La muerte de Wu Zunyou marca la pérdida de una figura clave en la respuesta de China a la pandemia de COVID-19. Su legado y contribuciones a la epidemiología y la prevención de enfermedades, aunque acompañados de desafíos y críticas, dejan una huella significativa en la historia de la salud pública en China.