La Fundación Bill & Melinda Gates ha anunciado una inversión de 40 millones de dólares destinada a apoyar la fabricación de vacunas ARN en África. Esta inversión tiene como objetivo permitir que varias empresas africanas desarrollen y produzcan vacunas ARN en el continente, que fue uno de los últimos en recibir vacunas contra la Covid-19.
Aunque se estima que tomará al menos tres años antes de que estas vacunas sean aprobadas y lleguen al mercado, la Fundación enfatiza que esta inversión es un paso significativo hacia la igualdad en el acceso a las vacunas.
Bill Gates, co-fundador de la Fundación Gates, destacó que las vacunas ARN son prometedoras tanto para combatir enfermedades locales en África, como la fiebre del valle, como para abordar enfermedades globales como la tuberculosis. Esta inversión permitirá que las capacidades africanas se involucren en el desarrollo de estas vacunas, lo que podría tener un impacto duradero.
El Institut Pasteur en Dakar, Senegal, en colaboración con la empresa sudafricana Biovac, utilizará la tecnología ARN mensajero (ARNm) desarrollada por Quantoom Biosciences en Bélgica. Ambos fabricantes africanos recibirán 5 millones de dólares cada uno de la Fundación Gates, mientras que otros 10 millones se destinarán a empresas que aún no han sido anunciadas. Los 20 millones restantes irán a Quantoom para el desarrollo tecnológico y la reducción de costos.
La tecnología ARNm ha cobrado relevancia con la producción de vacunas contra la Covid-19 por parte de Pfizer y Moderna. Esta tecnología implica la entrega de un extracto de código genético con instrucciones para producir proteínas específicas, lo que permite que el cuerpo actúe como una fábrica de vacunas. Sin embargo, las nuevas vacunas desarrolladas en África enfrentarán un proceso regulatorio más extenso, que podría tomar entre tres y siete años.
El Dr. Amadou Sall, director ejecutivo del Institut Pasteur, expresó su esperanza de que esta inversión permita que África sea autosuficiente en la producción de vacunas y contribuya al desarrollo de vacunas contra enfermedades endémicas en el continente. La meta es que, en futuras pandemias, África pueda fabricar sus propias vacunas y garantizar la igualdad en el acceso a la protección de la población.