Los datos sobre Ismael “El Mayo” Zambada comienzan a salir conforme avanza la investigación. Ahora se conocen más detalles sobre cómo y con quién se relacionaba el capo. Sus presuntas relaciones con empresarios y funcionarios se filtran y se suman a la polémica de su detención.
Era junio de 2010. Hacía dos años que el Cártel de Sinaloa había sufrido su peor escisión, la más impactante para la población del estado por la magnitud de la violencia y por la división de sus estructuras.
En 2008, el Ejército había detenido a Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo”, y sus hermanos habían culpado a Joaquín “Chapo” Guzmán Loera de traición. La estructura se fragmentó y cada capo tomó bando: “El Mayo” Zambada apoyó a Guzmán.
Habían pasado más de 20 meses de una crecida de asesinatos con extrema violencia, desplazamiento forzado de miles de habitantes de la sierra y uso indiscriminado de cuernos de chivo y lanzacohetes. Parecía que, por primera vez en mucho tiempo, los sinaloenses estaban dispuestos a hacer pagar un costo político a cualquiera que estuviera vinculado con el crimen.
Jesús Vizcarra Calderón era candidato a gobernador por el PRI y su rival era Mario López Valdez, alias “Malova”, un expriista apoyado por la estructura del PAN, por el expresidente Felipe Calderón y por los exgobernadores priistas Juan Millán Lizárraga y Francisco Labastida.
Vizcarra Calderón era (y sigue siendo) un poderoso empresario de la carne, dueño de la marca SuKarne, líder de mercado. También es presidente de Salud Digna, organización que formalmente se identifica sin fines de lucro y con presencia en prácticamente todo el país. El gobernador de entonces era Jesús Aguilar Padilla, un político aliado de Millán Lizárraga, pero que se aferró a impulsar a Vizcarra a pesar de que ni Millán ni Labastida estuvieron de acuerdo. Eso llevó a un rompimiento interno en el PRI.
Rubén Rocha Moya, ahora gobernador de Sinaloa por Morena, era entonces jefe de asesores del priista Aguilar Padilla.
Así, confrontados en el partido, y confrontados en el Cártel de Sinaloa, llegaron al debate por la gubernatura del estado.
“Yo le preguntaría Jesús… le preguntaría hoy, ante miles de sinaloenses, si es o no compadre de ‘El Mayo’ Zambada”, disparó Mario López Valdez en junio de 2010. Vizcarra no supo qué responder y permaneció callado.
A Vizcarra se le ha vinculado con “El Mayo” desde hace muchos años, pero es verdad que nunca se le ha comprobado una actividad criminal. También es cierto que jamás ha esclarecido las acusaciones en su contra.
En ese gobierno de Aguilar Padilla, Vizcarra y Rocha coincidieron: Rocha de jefe de asesores, Vizcarra de secretario de Desarrollo Económico, periodo 2005-2007.
Pero la amistad de ambos viene de más lejos. En su reciente conferencia de cada lunes, la semanera, el gobernador refirió que tenían buena relación desde que era rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y el empresario era presidente del patronato del Hospital Civil de Culiacán, en 1995, institución que es parte de la UAS.
Cuando se le preguntó a Rocha sobre su vuelo a Los Ángeles, coincidentemente el mismo día en que “El Mayo” fue emboscado por gente de Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo”, confirmó que el avión era de Jesús Vizcarra, su amigo, pero que él no lo había pedido, sino su hijo Rubén Rocha Ruiz, porque dijo que él no podía pedir un favor así siendo gobernador.
También expuso que Rocha Ruiz quiso pagar el vuelo privado, que tiene dinero para ello, pero que Vizcarra no aceptó.
“Salí porque era la primera semana de vacaciones. No me costó y tampoco me lo regaló a mí. Se entendieron él y mi hijo Rubén… Jesús [Vizcarra] es mi amigo, pero nadie me puede hacer un favor de esa magnitud porque soy gobernador: él y Rubén, mi hijo, se entienden”.
Abundó que en ese avión privado fue a ver a sus familiares, hermanos y sobrinos, que son trabajadores migrantes.