Aviones de combate del Ejército sirio, con el apoyo de Rusia, bombardearon la ciudad de Alepo en la madrugada del 27 de noviembre, después de que facciones armadas opositoras, respaldadas por Turquía, lograran tomar gran parte de la ciudad. Este ataque marca los primeros bombardeos en Alepo desde 2016 y se produce en un contexto de tensiones políticas en la región, especialmente con respecto a las relaciones entre Siria y Turquía.
El contexto de la ofensiva en Alepo
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los ataques aéreos se centraron en el barrio de Al Furqan, en el oeste de Alepo, donde las fuerzas opositoras apoyadas por Turquía están luchando por controlar la ciudad. Este es el primer bombardeo en la ciudad desde que el régimen sirio, con el respaldo de Rusia e Irán, recuperara Alepo en 2016. Desde entonces, el control de la ciudad se había mantenido en manos del gobierno de Bachar al Asad, pero la ofensiva de los insurgentes ha alterado esta situación.
La lucha por el control de Alepo
Las fuerzas insurgentes, principalmente del Organismo de Liberación del Levante (OTL), un grupo islamista de ideología yihadista apoyado por Ankara, lograron capturar grandes áreas de la ciudad, incluidas las sedes gubernamentales y prisiones, durante los cuatro días de intensos combates. Según la OSDH, la lucha ha provocado una gran cantidad de víctimas: al menos 311 muertos desde el inicio de la ofensiva, entre ellos 183 combatientes de las facciones opositoras, 100 soldados del ejército sirio y milicianos proiraníes, y 28 civiles.
El ataque también ha provocado la retirada de las fuerzas del gobierno sirio del centro de la ciudad hacia la zona de Al Safira, en el este de Alepo. Además, las tropas sirias se vieron obligadas a abandonar posiciones clave en las provincias de Alepo e Idlib, uno de los principales bastiones de la oposición siria.
La ofensiva en un contexto geopolítico tenso
La escalada de violencia coincide con un momento delicado para las relaciones entre Siria y Turquía. A pesar de los esfuerzos de Turquía por restablecer los lazos diplomáticos con Damasco, el presidente sirio Bachar al Asad ha dejado claro que Ankara debe retirar sus tropas del norte de Siria y dejar de apoyar a las facciones opositoras para avanzar hacia la normalización de relaciones, interrumpidas desde el inicio de la guerra civil hace 13 años.
Además, la ofensiva rebelde en Alepo se produce el mismo día en que entró en vigor una tregua en el Líbano, tras los recientes ataques de Israel a Hezbolá, un aliado clave del gobierno sirio, tanto en Líbano como en Siria. La situación en la región es cada vez más compleja, con múltiples actores internacionales involucrados y un panorama de incertidumbre sobre el futuro político y militar de Siria.
Consecuencias humanitarias y el impacto en la población civil
La violencia ha dejado a la población civil atrapada en medio de los enfrentamientos. Los ataques aéreos, en su mayoría realizados por aviones rusos, han causado numerosas víctimas civiles, especialmente en Alepo y en las áreas cercanas a Idlib, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en la región. La ONG Save the Children y otras organizaciones internacionales han solicitado un alto el fuego urgente para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
Conclusión
El conflicto en Alepo continúa intensificándose, con una lucha feroz por el control de la ciudad que involucra a actores locales e internacionales. La ofensiva de las facciones apoyadas por Turquía contra las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados rusos refleja la complejidad del conflicto sirio, que sigue siendo uno de los más destructivos y prolongados de la historia reciente. A medida que las tensiones entre Turquía y Siria continúan, el futuro de la ciudad de Alepo y su población sigue siendo incierto.
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